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Don Ramón: El solitario y triste final que tuvo el actor del “Chavo del 8″

“Nací niño y sigo siendo chavito: tengo el carácter de niño y los chavitos me entienden bien”, esta frase que solía repetir Ramón Valdés, conocido mundialmente como “Don Ramón”, gracias a su inolvidable personaje en “El Chavo del 8”, el cual lo retrataba fielmente.

A este “autorretrato” habría que agregar una anécdota que recuerdan los que trabajaron con él en la época del Chavo: Don Ramón solía detenerse a conversar, firmar autógrafos y sacarles una sonrisa a los niños que se encontraba en el camino al set dándole constantes dolores de cabeza a los vestuaristas, porque solía regalar su clásico gorro, una parte fundamental de su personaje, que él siempre se llevaba para su casa.

Con sus jeans, su polera gastada y su aspecto flacuchento el actor se ganó el corazón de millones de niños en América Latina y el mundo gracias a “Don Ramón”, su famoso personaje en “El Chavo del 8”, que cada capítulo debía esquivar al Señor Barriga e intentar salvarse de las fuertes cachetadas de Doña Florinda.

Don Ramón y su carrera

“Don Ramón”, o “Monchito” como era llamado desde niño, tenía una larga carrera en cine, con 70 películas filamdas.

Debutó en TV a los 47 años gracias a Roberto Gómez Bolaños en “Los supergenios de la Mesa Cuadrada”, en 1970.

Un año después vino su gran momento cuando “se mudó” a su querida vecindad del Chavo del 8 serie que lo terminaría de hacer famoso a nivel mundial.

Pese a su larga trayectoria, como detalla Infobae, que incluía varias participaciones en producciones de Cantinflas, la vida de Ramón Valdés estuvo lejos de ser fácil.

Tuvo 10 hijos con tres mujeres diferentes y debió recurrir varias veces a sus hermanos para llegar a fin de mes.

Los años de abundancia que vivió gracias a Don Ramón, no lo nublaron y no tuvo problemas en dejar de un día para otro el programa que le había dado fama y dinero, como una forma de manifestar su desacuerdo con la designación de Florinda Meza como directora artística del elenco, porque a él le gustaba entenderse directamente con Roberto Gómez Bolaños, y su molestia por la partida de su amigo Carlos Villagrán.

Don Ramón tenía mucho de Ramón Valdés, por la libertad que le había dado Chespirito para desarrollar su personaje el día que se lo ofreció y solo le dijo: “Se tú mismo”

Luego de colgar el traje de Don Ramón, volvió la estrechez económica y una peregrinación por algunos países de América trabajando en televisión (Venezuela) o recorriendo el continente junto a un circo.

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