Video: registran el relámpago más largo conocido hasta hoy

La ciencia de los rayos es relativamente nueva y gracias a la ayuda de los satélites meteorológicos se descubren cada vez más datos sobre estos fenómenos.
Uno es el megadestellos las cuales son descargas eléctricas atmosféricas que pueden moverse vertical u horizontalmente, especialmente a grandes altitudes.
Según un estudio reciente publicado en el boletín de la American Meteorological Society, estos destellos son mucho más frecuentes de lo que pensábamos y mucho más grandes, alcanzando longitudes de hasta 100 kilómetros.
Sin embargo, un grupo de científicos acaba de detectar un fenómeno climático como este que alcanzó al menos los 500 kilómetros y cruzó tres estados al suroeste de los Estados Unidos (Texas, Oklahoma y Kansas).
Walter Lyons del Centro de Investigación FMA en Colorado y uno de los autores del estudio explicaron que los rayos verticales verticales generalmente alcanzan de 5 a 10 kilómetros. Los más altos a veces superan la barrera de las 20 millas, pero la atmósfera de la Tierra no da mucho más.
Por otro lado, cuando el radio es horizontal, a veces alcanza proporciones de mesoescala, un término que los expertos usan para referirse a radios que exceden los 100 kilómetros.
Para el nuevo estudio, los investigadores trataron de comprender y caracterizar mejor el más grande de estos megadestellos.
Así pues, Lyons y sus colegas analizaron los datos recopilados por el instrumento Geostationary Lightning Mapper (GLM) a bordo de los satélites GOES 16 y GOES 17 de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos, lanzados en 2017 y 2018, respectivamente.
El GLM está proporcionando a los científicos una capacidad sin precedentes para rastrear grandes tormentas. Utilizando datos del GOES y estaciones de monitoreo de rayos en tierra, los investigadores descubrieron que los megadestellos que se extienden 100 kilómetros o más en realidad son bastante comunes.
Sin embargo, como muestra el nuevo artículo, el más grande de estos es mucho más grande de lo que los científicos esperaban.